top of page

Ordenación

 

La Orden Cisterciense de los Sagrados Corazones de Jesús y María se complace en recibir candidatos masculinos para las Órdenes Sagradas, de Diácono y Sacerdote. Para que la Orden Cisterciense de los Sagrados Corazones de Jesús y María ordene a alguien, deberán ser miembros de la Orden y no podrán formar parte de otra jurisdicción. También consideraríamos la incardinación para otros clérigos ordenados por derecho. La ordenación no debe tomarse a la ligera y nuestro orden no debe verse como una fábrica de ordenación. Solo ordenaremos a un solicitante que sea monje dentro de la orden y cuando se pueda demostrar que existe una auténtica necesidad de ordenación por un lado y, por otro lado, cuando hayamos pasado por un profundo discernimiento de su vocación.

Si bien existen calificaciones tradicionales para la ordenación / incardinación, el principal interés es discernir una verdadera vocación y desarrollar sacerdotes o diáconos que sean ministros fructíferos y fieles. Por lo tanto, los requisitos educativos se pueden adaptar individualmente, siempre teniendo en cuenta que tenemos que tener en cuenta los requisitos de ordenación en relación con el estudio y los preparativos completamente. Celebramos válidas líneas apostólicas de sucesión, los siete sacramentos y el culto litúrgico consistente con la histórica iglesia católica de Cristo. Si bien algunas prácticas pueden diferir, por ejemplo, el clero casado, nos adherimos a los dogmas constituidos por la verdadera enseñanza apostólica.

Los miembros clérigos de la Tercera Orden de la Orden Cisterciense de los Sagrados Corazones de Jesús y María pueden conservar su membresía en sus propias iglesias históricas pero no pueden trabajar como clérigos dentro de la orden. De lo contrario, deberán transferir la membresía a la Orden.

En casos extremos, también podemos otorgar supervisión apostólica a los clérigos. Por supuesto, aquellos que tienen órdenes y / o viven en residencia son miembros exclusivamente de la Orden. Aquellos miembros que viven en comunidad se adherirán a las prácticas litúrgicas consistentes con el monasticismo cisterciense, las liturgias de la iglesia antigua y sus tradiciones religiosas comunes. Para aquellos que viven fuera de la comunidad, tendrán que desarrollar una vida litúrgica en la que puedan practicar su fe de acuerdo con las comunidades cistercienses existentes. Si está interesado en la ordenación o incardinación, solicite un formulario de solicitud y se lo enviaremos. A partir de ahora, deberá enviar el formulario de solicitud completo a la oficina del Abad General. Su oficina se comunicará con usted.

 

bottom of page